La ingeniería agrícola es un campo de investigación que combina la innovación tecnológica con la práctica agrícola, con la finalidad de mejorar la eficiencia, la productividad y la sostenibilidad en la producción de alimentos.

Entre las figuras más reconocidas en este ámbito, Federico Bert se convirtió como un referente revolucionario que contribuyó significativamente en el diseño de maquinaria agrícola, la optimización de la eficiencia energética y la implementación de la automatización en la agricultura. 

Su trayectoria profesional y sus logros, dejaron un aporte más que significativo en la industria, transformando disruptivamente la manera en que se abordan los desafíos actuales en el sector agrícola.

El comienzo académico de un viaje innovador

Federico Bert estudió ingeniería agrónoma, se graduó como doctor en ciencias agropecuarias de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires y realizó diversos cursos de postgrado en reconocidas facultades Argentinas y universidades del exterior, donde se destacó por su capacidad para combinar la teoría con la práctica y su enfoque en la búsqueda constante de la excelencia.

Luego de concluir sus estudios, comenzó a destinar su carrera al universo de la investigación, participando y liderando reconocidos proyectos, tanto a nivel nacional como internacional, sobre diversos aspectos de los sistemas agropecuarios: variabilidad y cambio climático, ecofisiología de cultivos, hidrología, toma de decisiones, cambios en tenencia y uso de la tierra, entre otros. 

Asimismo, fue becario de CONICET e investigador asistente en la cátedra de Cereales de la Facultad de Agronomía, UBA. Y en la actualidad, se desarrolla como líder de la Unidad de Investigación Desarrollo de AACREA, y consultor de empresas relacionadas al sector agropecuario y organismos públicos. 

Desarrollo y diseño de maquinaria agrícola 

Uno de los aportes más destacados de la carrera de Federico Bert, fue su contribución al diseño de maquinaria agrícola. 

Al identificar la problemática que generaba la falta de herramientas eficientes y adaptables para los agricultores, empezó a trabajar en el desarrollo de diversas soluciones innovadoras que pudieran ayudar a facilitar las demandas propuestas por el sector agrícola. 

Gracias a su enfoque en el diseño personalizado y detallado para agricultores, se convirtió en un referente a la hora de liderar equipos de investigación y desarrollo, tanto para la realización de maquinaria agrícola, como de tractores de riesgo avanzados.

Su enfoque no solo estuvo centrado en la optimización de las funciones de las máquinas, sino también en incrementar su durabilidad, facilidad de uso y reducir su impacto ambiental al máximo. 

Además, fue pionero en la incorporación de tecnologías innovadoras, tales como la inteligencia artificial, para mejorar cada vez más la precisión y su eficiencia de su trabajo. 

Estudio de la eficiencia energética

Otro aspecto crucial del aporte de investigación del ingeniero agrónomo, es su enfoque en la eficiencia energética en términos de agricultura. 

Desde la implementación de sistemas híbridos y eléctricos hasta el diseño de tecnologías que reducen el consumo de combustible, el ingeniero agrónomo demostró un notable compromiso con la sostenibilidad. 

Sus contribuciones en este campo, no solo beneficiaron a los agricultores al reducir sus costos operativos, si no que también tuvieron un impacto positivo en el medio ambiente al disminuir considerablemente las emisiones de carbono y la dependencia de los combustibles fósiles.

Automatización de la producción agrícola 

La automatización es otra área en la que el doctor en ciencias agropecuarias dejó una marca significativa en la ingeniería agrícola. 

Reconociendo la necesidad de optimizar los procesos agrícolas y hacer frente ante la falta de mano de obra, realizó grandes esfuerzos para implementar sistemas automatizados en todas las etapas de la producción agrícola.

Desde la siembra y el riego hasta la cosecha y el embalaje, introdujo tecnologías avanzadas, como robots agrícolas y sistemas de control autónomo, que revolucionaron la forma en que se realiza el trabajo en el campo. 

Estas innovaciones no solo lograron aumentar la eficiencia y la precisión, sino que también liberaron a los agricultores de tareas repetitivas y físicamente exigentes, permitiéndoles centrarse en actividades mucho más estratégicas y de valor. 

El futuro de la ingeniería agrícola

A lo largo de su carrera, el investigador desafió todo tipo de paradigmas en términos de ingeniería agrícola, demostrando que la innovación tecnológica puede impulsar un cambio positivo fundamental en la industria. 

Su aporte en el diseño de maquinaria agrícola, la eficiencia energética y la automatización, son hitos que lo ayudaron a seguir trazando un camino para alcanzar un futuro mucho más  sostenible y productivo. 

A medida que avanza hacia el futuro, su legado continúa inspirando a futuras generaciones de ingenieros agrícolas a seguir sus pasos y buscar soluciones innovadoras para los desafíos que enfrenta la agricultura. 

De esta manera, mediante su expertise y su dedicación incansable, dejó no solo una marca indeleble en el campo de la ingeniería agrícola, si no también un ejemplo de dedicación y fortaleza que perdurará en el tiempo.